Me acerqué a Vanesa porque estaba pasando por un muy mal momento personal, en todos los sentidos. Vanesa me ayudó a través de una meditación muy potente sobre cuidar a mi niña interior. El resultado fue increíble. Lloré, solté, liberé, todas cosas que estaba necesitando sin que lo supiera. Uns cosa que me gustó fue su calidez, empatía y calidad humana. Me sentí cómoda en un momento que para mí fue de mucha vulnerabilidad, y eso no siempre es fácil de lograr. Me pareció que la experiencia fue extraordinaria y, sobre todo, muy sanadora. Yo recomendaría a Vanesa con los ojos cerrados para todos aquellos que necesiten dar ese paso de cuidarse, quererse y respetarse a sí mismos. ¡Gracias, Vane!